domingo, 27 de marzo de 2011

La próxima, sin árbitro

La actividad dominguera señalaba con antelación que me iba a tocar cubrir Gimnasia-Guaymallén. En el parque General San Martín y a puertas cerradas. Todo este acontecimiento, para algún desprevenido, sucede en el marco del torneo Argentino B. Tercera categoría del futbol del interior del país.
Así fue. Después de un finde agitado, llegue a al canal a las 16 y partimos con mi compañero camarógrafo Marcelo Mala. La cita deportiva arrancaba a las 17.
Llegamos, saludamos a los colegas y efectivamente. La imagen era la misma que la de un martes a la mañana. Con la diferencia de que había más policías que civiles. (Aunque el olor de las heces de sus caballos me invadieron todos los sentidos asique no se fíen del dato)
Sin público de ningún bando, pero sí con la presencia de dirigentes y allegados a cada institución.
Por antecedentes aparentemente conflictivos y/o violentos entre ambos equipos, este domingo 27 de marzo el estadio Víctor Legrotaglie era una postal que solo ofrecía, a cada vistazo, más y más cemento pintado de blanco y negro. De vez en cuando me gusta volver a las canchas porque uno ve cosas insólitas, como esas.
 De un lado el local Gimnasia y Esgrima de Mendoza. Del otro, Guaymallén. Ambos peleaban, obviamente, por mejorar su situación en el Argentino B. El Lobo pretendía las 3 unidades para quedar a un paso de la siguiente ronda. Mientras, el Gueyma, modestamente, quería engrosar su cosecha. Hacerse bien gordo de puntos y no caer en ese agujero de trayecto irreversible llamado descenso.
Pitazo de un tal Andino, oriundo de San Martín, y acción en el verde.
La cancha estaba en buenas condiciones asique no se pudo percibir esa nube espesa de tierra (terragal) que acondiciona cualquier acontecimiento de ascenso. En resumidas cuentas, el pasto estaba lindo. Apto.
Nada, nada y nada. Hasta los 34 del primero.
Entre tanta fricción, aspereza y maltrato (a la pelota y entre los jugadores) Andino hizo sonar, una vez más el silbato. Era foul sin pelota. Claro. Pero nunca como para expulsar el hombre de Gimnasia. El acrílico colorado bien alto le indicó a Pereyra que su tarde había terminado ahí. Los dirigentes del cuadro local, lejos de adoptar conductas de tales, empezaron a putear descomunalmente al colegiado. Es que previo a ello hubo faltas claras, con penales inlcuídos, que no se pitaron; y la roja hinchó la paciencia de todos. Acto seguido, tiro libre para Guaymallén. El visitante Devia envió la bola al área y ese negro guerrero que tiene Cacique de nombre Emanuel Sesma, le dio impulso letal. Gol y escándalo. 1-0. Los hinchas/dirigentes prosiguieron puteando al juez, con razón y desmesura. Y este Andino, los ignoraba. El show verbal se truncó cuando este grupo de personas reemplazó la palabra "Puto y ladrón" por GOL. Otro negro corajudo, Mario Marchetti, puso las cosas 1-1 antes del cierre de la primera, de tiro libre...de rastrón al segundo palo.
En el segundo, al minuto, Gimnasia pasó al frente. Por la misma vía y con la misma pluma. La de Marchetti. 2-1 el local.
Los señores dirigentes, para no cortar la cábala, siguieron insultando al juez Andino (reitero, con razón) pero ahora los insultos eran más bien burlescos. Es que, honestamente, los gritos llegaban hasta la médula de cualquiera, puesto que el bullicio habitual estaba ausente (o contenido y disperso en las inmediaciones listo ante cualquier "emergencia").
Pero falta lo peor, o lo mejor, o el final. 45 minutos de la segunda mitad. Desborde de la visita, que de manera empedernida quería el empate, pelota al área, rebotes, patadas al aire, hasta que una le dio de lleno a la bola. Otra vez el santafesino Emanuel Sesma. GOL. Con el puño apretado, el central gritó el empate que fue seguido por el pitazo final.
En las gradas comenzó otra vez el show de esos verborrágicos que estaban dentro del estadio, haciendo no se qué porque era a puertas cerradas, cerradas para todos, salvo periodistas. Pero que quede claro que las puteadas al árbitro eran con absoluta razón. Y caí en la cuenta de empatizarme con ellos cuando uno de los allegados al Lobo dijo..."Andino, no nos roben más, disimulen un poquito. Para que dejan a la gente afuera hermano. Lo que hay que hacer en la próxima es jugar sin árbitro".

PD: El línea, que también fue insultado a más no poder por su impresentable labor, es hijo del presidente de la liga mendocina de fútbol. Pequeño detalle. No?

1 comentario:

  1. Muy valiente al animarte a contar experiencias que por lo leído marcaron tu carrera dentro de los medios.
    Seguí actualizando y aquí estaremos leyéndote.

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